Pudiera ser que James Joyce viviera en la Torre Martello de Sandycove, escenario del primer episodio del Ulises.
Casi todos los sábados íbamos a Cavinstone's a comprar pescado. Luego saboreábamos los scones con capuccinos del 64, donde Rafa, un abogado español y también enólogo, casado con una irlandesa, nos recibía siempre con una sonrisa. Sonrisa que endulzaba los cafés. Enjuto, amable y latino, Rafa, de Cádiz, que por amor surcó el mar de Irlanda.
Y también muchos sábados después del desayuno caminábamos por la promenade hasta la playa y como si se tratara de un rito religioso subíamos a la torre.
James Joyce residió en el 88 de la calle Mayor de Madrid. No sé si es sólo una leyenda, una leyenda que hermana a Dublín con Madrid.