Poemas de la soledad III |
Poemas de la soledad
en University Columbia. Fábula y rueda de los tres amigos Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas; Emilio por el mundo de los ojos y las heridas de las manos, Lorenzo por el mundo de las universidades sin tejados. Lorenzo, Emilio, Enrique. Estaban los tres quemados: Lorenzo por el mundo de las hojas y las bolas de billar; Emilio por el mundo de la sangre y los alfileres blancos; Enrique por el mundo de los muertos y los periódicos abandonados. Lorenzo, Emilio, Enrique. Estaban los tres enterrados: Lorenzo en un seno de Flora; Emilio en la yerta ginebra que se olvida en el vaso; Enrique en la hormiga, en el mar y en los ojos vacíos de los pájaros. Lorenzo, Emilio, Enrique, fueron los tres en mis manos tres montañas chinas, tres sombras de caballo, tres paisajes de nieve y una cabaña de azucenas por los palomares donde la luna se pone plana bajo el gallo. Uno y uno y uno. Estaban los tres momificados, con las moscas del invierno, con los tinteros que orina el perro y desprecia el vilano, con la brisa que hiela el corazón de todas las madres, por los blancos derribos de Júpiter donde meriendan muerte los borrachos. Tres y dos y uno. Los vi perderse llorando y cantando por un huevo de gallina, por la noche que enseñaba su esqueleto de tabaco, por mi dolor lleno de rostros y punzantes esquirlas de luna, por mi alegría de ruedas dentadas y látigos, por mi pecho turbado por las palomas, por mi muerte desierta con un solo paseante equivocado. Yo había matado la quinta luna y bebían agua por las fuentes los abanicos y los aplausos, Tibia leche encerrada de las recién paridas agitaba las rosas con un largo dolor blanco. Enrique, Emilio, Lorenzo. Diana es dura. pero a veces tiene los pechos nublados. Puede la piedra blanca latir con la sangre del ciervo y el ciervo puede soñar por los ojos de un caballo. Cuando se hundieron las formas puras bajo el cri cri de las margaritas, comprendí que me habían asesinado. Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, abrieron los toneles y los armarios, destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. Ya no me encontraron. ¿No me encontraron? No. No me encontraron. Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, y que cl mar recordó ¡de pronto! los nombres de todos sus ahogados. |
GARCÍA LORCA, FEDERICO |
La Bloomsday Society fue fundada el 16 de junio de 2014, para difundir la obra de James Joyce y otros escritores irlandeses en español e inglés. Entre sus actividades, avaladas por la Embajada de Irlanda, está la organización del Bloomsday, desde 2014,en Madrid. El 26 de octubre, continuaremos con la lectura de Ulises y Finnegans Wake y comenzaremos Exiles. El último miércoles de cada mes, de 19:00 a 21:00 horas, en el Ateneo de Madrid. Joyce on Wednesday at the Ateneo de Madrid.
sábado, 13 de agosto de 2016
Federico was killed 80 years ago. Thank you to the irish writer Ian Gibson for his investigations in order to find out the poet's body.
Poemas de la soledad III |
GARCÍA LORCA, FEDERICO |
jueves, 11 de agosto de 2016
miércoles, 10 de agosto de 2016
La edad de oro
Desde la hamaca contemplo el mar y los palmerales, de vez en cuando releo la interpretación del Jardín de las Delicias relatada por el erudito Ignacio Gómez de Liaño, quien fue profesor de Carlos Mendoza. El libro de Ignacio me lleva a Las Metamorfosis, de Ovidio, aunque presto poca atención a la lectura, pues el levante y la esencia de los jazmineros seducen mi atención.
Dicen que habito en un lugar ubicado en la milla de oro, pero la desnudez y las voces alegres de las niñas jugando a lisa y lena me elevan a la edad de oro, a un paraíso de tablets y pokemons, es cierto, pero tan inefable como efímero.
https://www.youtube.com/watch?v=qGl23As_LfM
(...) quince, quince, quince, quince, quince (...).
https://www.youtube.com/watch?v=qGl23As_LfM
(...) quince, quince, quince, quince, quince (...).
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